Los temas
referidos a la brujería fueron, como sabemos, de gran predilección en la
pintura de Francisco de Goya, así como en sus dibujos y grabados. Las razones
que motivaron a nuestro genial artista a interesarse por estos temas fueron,
varias, aunque entramos en el terreno de la especulación, por lo que, una vez
más, podemos afirmar que nos encontramos ante otro de los enigmas, de los
profundos misterios que alberga la vida y la obra de este aragonés universal.
Una posible razón por la que el artista pintaría temas de
brujería:
- Están asociada a la idea de la perversión de los jóvenes
(y niños) debida a malas influencias, provocando, con ello, la pérdida de la
inocencia. Este factor será, sin lugar a dudas, un lugar común en el Siglo XIX,
tanto en literatura como en pintura.
La obra de Goya muestra una
variada tipología de la bruja. En su pintura, y en sus dibujos, podemos
observar mujeres jóvenes y mujeres viejas, decrépitas, horrendas, tanto
vestidas como completamente desnudas. En algunas pinturas, el artista elabora
incluso una tipología de mujer-animal, tal como se contempla con estupor en la
"Cocina de las brujas", de la Alameda de Osuna, donde, precisamente, se
representa el proceso de transformación en animales y su salida por una
chimenea, cabalgando sobre escobas hacia la reunión de brujas, el Aquelarre. El
macho cabrío preside los Aquelarres del artista, como podemos verlo en sus
pinturas para la Alameda
de Osuna y en la Quinta
del Sordo. Los rostros representados reflejan terror, espanto y miedo,
abundando en un "expresionismo" que violenta al espectador, motivando
su implicación en el tema e incitándole a la reflexión, para que indague en
estos personajes esperpénticos.
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